Las actividades extraescolares

Al comienzo del curso los centros escolares, en muchos casos a través de las asociaciones de padres y madres del alumnado, se plantean la organización de las actividades extraescolares, con ello se pretende que el desarrollo físico y humano de niños, niñas y adolescentes sea más completo.

Son diversos los estudios que indican que el horario diario del alumnado ha de cubrir todas sus necesidades: intelectuales, afectivas, lúdicas, sociales, etc. El desarrollo de estas necesidades y su equilibrio son la clave para el  crecimiento global del alumno, permitiendo obtener el máximo rendimiento en cada una de ellas, y en su conjunto.

Los responsables de su organización, con la mejor intención intentan atender a las demandas de quienes las realizarán o de las familias de los mismos, se pretende llevar a cabo las que más satisfagan, pero no consiste solo en agradar, entretener o preparar las que más de moda están, hay que pensar en qué es lo más conveniente para cada edad, y también sería bueno tener en cuenta las características del propio centro para que sea un refuerzo de la dinámica educativa de dicho centro.

Pero ¿entendemos bien padres y madres que deben aportar las actividades extraescolares? ¿Que se intenta conseguir con su programación?

  • Promover en el alumnado la adquisición de aprendizajes necesarios de manera lúdica expresando su creatividad y desarrollando su imaginación, su destreza manual y sus aptitudes físicas, cognitivas y emocionales.
  • Facilitar trabajar en grupo, compartir, negociar, resolver conflictos y defender sus puntos de vista.
  • Educar en valores de compañerismo, amistad, respeto, compromiso, esfuerzo.
  • Contribuir a la conservación y mejora de la salud.
  • Ser una alternativa enriquecedora frente al ocio pasivo y el consumismo.
  • Adquirir más confianza en sí mismo y enseñan a relacionarse mejor con los demás, superando barreras, con ello aumentan la autoestima.
  • Aprender a tomar decisiones acerca de las actividades que elegirán.

Dado que las actividades extraescolares forman parte de la educación no formal, es necesario tener en cuenta quienes son los adultos responsables de llevarlas a cabo, porque una tarea así no se puede dejar a cualquiera, podría destrozar la labor educativa y no olvidemos que todos los tiempos de los niños, niñas y adolescentes son educativos, puesto que están en proceso de formación. Un ejemplo claro lo tenemos en algunos monitores deportivos que priorizan la competitividad por encima de la motivación, y utilizan continuamente recursos despectivos o agresivos creyendo que con ellos conseguirán los objetivos planteados.

La metodología es un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de planificar las actividades extraescolares siendo idóneo que sea:

  • Lúdica y divertida, ya que es a partir del juego desde donde se desarrollarán todas las actividades, se buscará la diversión y la creatividad.
  • Dinámica y participativa, donde los niños sean los protagonistas y tengan siempre un papel y no meramente espectadores.
  • Grupal, al ser el grupo el lugar de presentación frente a otras personas.
  • Integradora y flexible, ajustada a las características del grupo, por lo que estará abierta a las propuestas y cambios necesarios.
  • Comunicativa, ya que estará basada en el intercambio y la comunicación interpersonal.
  • Educativa, tanto por el contenido de las actividades, como por el transcurso de las mismas donde se aprovechará la convivencia, conflictos, problemas, dudas, anécdotas… que puedan surgir, para el conocimiento y desarrollo de valores sociales.

Las actividades extraescolares son también un espacio en el que el alumnado necesidades educativas especiales puede compartir con sus compañeros/as juegos, risas, complicidades, en definitiva pueden aprender unos y otros a conocerse y a respetarse, organizar algunas actividades en las que puedan participar los diferentes tipos de alumnado contribuirá a mejorar la convivencia en las aulas.

Por último algunas sugerencias para elegir una actividad extraescolar antes de realizar la inscripción pueden ser:

  • Motivar a los hijos/as a que practique alguna actividad, y no obligar ni imponer los gustos de los padres/madres.
  • Preguntar en qué consistirá la actividad para saber si le gustará.
  • Considerar la edad, los gustos, el carácter y las habilidades de los hijos/as, antes de elegir la actividad.
  • No utilizar esas actividades como una forma de premiar o castigar a los hijos/as.
  • Si en la familia se practica algún deporte o afición, el niño puede que intente elegir lo que conoce.
  • Es importante que cada niño/a acuda a la actividad, con ilusión y tener en cuenta su opinión. De otro modo al poco tiempo se sentirá agobiado por tener que asistir a las clases y terminará no queriendo acudir a ella.

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